lunes, 4 de julio de 2011

Quiero


Esa simple palabra la escucho tanto últimamente en mi casa, Agustín la repite a cada instante “Quiero esto”, “Quiero esto otro”, “Mamá quiero ese juguete”, “Papá quiero esta película” Ufffff, a todo le antepone un “Quiero” y un “Ahora” después, y lo peor de todo es que él cree que con el sólo hecho de mencionar esas palabritas las cosas estarán disponibles para él al instante. Para ser justos el hecho de que él este en esa posición es sólo “culpa” nuestra, en la medida que hemos podido junto con mi esposo le hemos entregado aparte de nuestro amor, muchas cosas materiales, y obviamente él se acostumbró a tenerlo “TODO”, pero ahora esa acción que la hicimos sin ninguna mala intención nos está trayendo las típicas Pataletas y Berrinches, al decirle  “No, Agustín!!”

Nosotros como padres siempre queremos darle lo mejor para nuestros hijos, en mi caso mis padres son personas de trabajo y de esfuerzo, que no tenían el dinero suficiente para comprarme cosas, de hecho recuerdo que mi niñez fue bien austera sin muchos juguetes, diría que tuve una muñeca que me acompaño muchos años, y uno que otro juguetito por ahí, mis Papas no se preocupaban por esos detalles y era entendible ya que el dinero no era suficiente y era utilizado para otras cosas, pero me regalaron algo mucho más valioso e importante que fue mi educación y gracias a eso ahora puedo entregarle a mis hijos una mejor calidad de vida, con más comodidades (que no son muchos tampoco, el normal creo yo, no vayan a pensar que soy una mujer rica, pero que si comparo todo lo que tiene Agustín con lo que yo tenía a su edad es harta la diferencia),  por lo que uno siempre quiere darle a los hijos lo que no pudimos tener cuando nosotros fuimos niños, pero ¿Cuál es límite?, ¿Cuándo debemos parar?, debo reconocer también que el sólo hecho de que mi hijo reciba alguna cosa que él desee su cara cambia y se llena de felicidad y eso me gusta, pero también debemos enseñarle que las cosas cuestan, que no todo es tan fácil como decir “quiero esto mamá”, que en la vida no se puede tener todo, que hay que luchar por lo que uno tiene, pero es tan difícil razonar con un niño de 3 años, que muchas veces gana el berrinche y la pataleta, pero otras veces no, me pongo firme y cuando digo No es No, hasta cuentos le he inventado para que entienda un poco más esos detalles y cuando creo que ya lo logre ya está de nuevo esa tan corta y simple palabra, pero que para ellos es ENORME.

Amamos a nuestros hijos infinitamente, Agustín lo sabe, siempre nos regala un Te Amo Mamá o Papá, nos comemos a besos, él es un niño feliz ya que se sabe amado por todos los que lo rodean, le entregamos todo nuestro amor, pero siento que cometemos el error de querer darle todo lo que este a nuestras manos en lo que a material respecta y alomejor es vez de un bien le hacemos un mal, y eso me perturba.