Se nos acaba de ir el 2011, un año bastante raro en lo personal, como familia tuvimos que afrontar varios problemas que son indirectos hacia mi, pero que de una u otra manera me afectaron, sin duda fue un año bastante extraño, entre tanto problemas tuve una gran noticia, sería mamá por segunda vez, por lo que fue un año realmente inolvidable.
Resumiendo el 2011, puedo decir que lo viví embarazada, y mi experiencia fue totalmente distinta a la primera, con muchas molestias, nada del otro mundo, pero que a la larga me hicieron sentir muy incomoda al punto de sentirme culpable de no querer estar más embarazada, sentí que no lo disfrute un 100% y eso me daba mucha pena. Volví a vivir el estres de la maternidad a dormir poco, a cambiar pañales, amamantar. Muchos cambios que me costaron asimilar, al igual que los cambios que sufrió mi cuerpo, tengo cicatrices de mi Tomás, entre ellas las horribles estrías y un sobrepeso considerable, lo que hace que me sienta fea, poco atractiva y con depre, ya que aparte de mamá también soy esposa, pero lo principal lo tengo, mi hijo Tomás está creciendo sano y fuerte, para lo otro tendré que colocarme las pilas y recuperar mi cuerpo, que tampoco era perfecto antes de embarazarme.
El 2012 ya esta aquí, y sólo deseo el común de los mortales: que sea mucho mejor que el que ya se fue, tener la salud necesaria para cuidar a mis dos pequeños, tener mi corazoncito contento y lleno de amor, estabilidad laboral y económica, pero por sobre todas las cosas que mis hijos sean felices y nunca les pase nada. Como familia tenemos planes y proyectos que ojala se puedan concretar, y si no resulta no nos importará, por lo menos haremos el intento y eso es lo que al final cuenta.
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