lunes, 5 de diciembre de 2011

Ser mamá de dos


Hace un mes y medio que mi tarea como madre se multiplico por dos, los primeros días no fueron sencillos, cuando llegué a la casa después de estar 4 días en la clínica donde a uno la atienden como reina, sentí pánico, me vi sola con dos niños que dependían 100% de mi y  entre las molestias del post-parto, el volver a amamantar, realizar los quehaceres del hogar, el mundo se me vino encima y colapse,  mis emociones estaban a flor de piel, mi hijo o mi marido me hablaban y lloraba sin razón, sentí que llevaba una mochila muy pesada y que no tendría la fuerza y capacidad para cargarla.

Mi gran temor con la llegada de Tomás era volver al principio en el cuidado de un recién nacido. Habían pasado más de tres años de mi experiencia con la lactancia, olvidando lo difícil, agotador y doloroso que es, me costo acostumbrarme nuevamente a la libre demanda, a los pechos agrietados, a la incertidumbre si te bajaría la leche y si esta era la suficiente para que tu hijo estuviera bien alimentado, a despertarse en las noches cuando uno tiene más sueño y lo único que quiere es seguir durmiendo, al cambio de pañales constante, y todas esas cosas que sólo las mamás conocemos.


Los celos era otro tema que me preocupaba, el como Agustín iba a tomar la llegada del nuevo niño, gracias a Dios él se ha portado mejor de lo esperado, de ser el único paso a compartir el cariño de sus padres con otra personita, lo ha aceptado e incluso me ayuda con ciertas cosas, no es siempre, pero algo es algo, hay días en que de verdad me supera y pierdo fácilmente la paciencia, y él se desquita con su hermanito diciendo que no lo quiere , pero lo bueno es que sólo son días y no es algo permanente. 


La verdad de las cosas es que estoy cansada, agotada, con todos los quehaceres siento  que me faltan horas para hacer todo lo que necesito, es difícil compatiblizar las tareas con el tiempo que le tienes que otorgar a tu hijo en la alimentación, Tomás esta todo el día pegado al pecho y eso cansa, a eso sumemosle las horas de sueño que me faltan , desde los 6 meses de embarazo que no duermo bien, por lo que Morfeo está al debe conmigo.



No ha sido fácil pero tampoco imposible, hoy mi mirada es distinta, la pena ya ha pasado y el miedo que sentí  fue desapareciendo de a poco, me di cuenta que si soy capaz de cuidar a mis dos niños y ser mamá a tiempo completo, por lo menos hasta que termine mi Post-Natal.

1 comentario:

100% Mamá dijo...

como te entiendo... claro que no pase por esa angustia llorar por todo, eso fue con el primero, ahora apenas senti esa sensacion en la clinica, san sulpilan llego a mi rescate... jejeje

agotador se me hizo porque mi guaton tambien pasaba todo el dia en mi pecho, aunque mi princesa se porto rebien y para nada celosa, los celos los tienen ahora entre los dos que se pelean mis abrazos, como ser acuando tenga 3, tendre que inventarme otro brazo, jajaja

besos y me alegro que este todo saliendo bien...