El Sábado, llevamos a nuestro hijo a la casa de Pablo Neruda, “La Chascona” ubicada en el Barrio Bellavista, era la última casa de este poeta que me faltaba por conocer, así que el panorama era más para nosotros que para él.
Llegamos cerca de las 17:00 hrs, reservé un tour, por lo que me dijeron que debíamos ser muy puntuales, la visita guiada duraría 40 minutos. Agustín se portó muy bien durante el recorrido, pero ya en los últimos minutos se aburrió y se quería ir, lo cual es lógico no es un panorama para niños, pero siento que lo disfrutó igual, miraba con atención los detalles de la casa y preguntaba sobre los objetos, me gustó mucho hacer este tipo de actividad con mi pequeño, él SIEMPRE nos acompaña a todas.
La casa es muy linda con toda la mística y detalles de la vida del poeta, lamentablemente no se pueden tomar fotografías al interior y tal como las otras está inspirada en el mar, cada detalle, cada objeto tiene su significado y eso es lo que me gusta de visitar sus casas, cada una tiene su historia fascinante y el núcleo de todas es el romanticismo y el AMOR. Esta casa la contruyó para poder verse con su amante "Matilde", quién fue el amor de su vida y que finalmente se convirtio en su esposa y en honor a sus cabellos rizados y desordenados le colocó La Chascosna, pero mi favorita sin duda sigue siendo la de Isla Negra, casa que pronto llevaré a conocer a mi retoño, ese es un panaroma que tengo pendiente.
Al terminar la tarde lo llevamos a pasear en su bicicleta por el Parque Forestal, era primera vez que lo visitábamos, y lo disfruto un montón, corrió por el parque, se subió a la cama elástica, vio títeres, fue una experiencia muy grata, la cual de seguro volveremos a repetir.
1 comentario:
Sol què choro que Agustìn no se aburra en estas cosas, de seguro que si tienes la oportunidad de llevarlo a isla negra correria como loco, dado que es mucho màs còmoda de visitar! un abrazo!
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